Esta semana os quiero presentar Vendedores de emociones. Escrito por Cristina Castillo, el libro afronta un tema fundamental y clave que es actualidad en muchísimas ciudades: las dificultades a las que se enfrenta el comercio tradicional.
Asistimos en directo al creciente aumento del comercio Online, a un volumen cada vez más importante de locales vacíos y al destino muy repetido de numerosas marcas y negocios familiares que cierran porque su niveles de rentabilidad hacen imposible mantener las puertas abiertas.
Con este panorama y tras una investigación a clientes, vendedores, directores de tienda, directores de recursos humanos y retail manager de diferentes empresas, la autora comienza su libro exponiendo las posibles causas de esta imagen ya común para todos nosotros:
- Educación del consumidor. Un cliente que solo viene a mirar y que luego compra desde casa. El efecto swowrooming.
- Poca motivación de los equipos. Alta rotación del personal y con poco tiempo para otra cosa que no sea «vender, vender y vender»
- Punto de venta. Poca emoción en el punto de venta, de mucha oferta en cantidad de producto, pero poca o muy mejorable calidad en el trato.
Partiendo de estas conclusiones, Cristina Castillo nos propone un viaje para mejorar personal y profesionalmente a los profesionales en las tiendas, a lo que ella llama Vendedores de emociones.
Recientemente he participado en diferentes formaciones para el mundo del comercio y he insistido en todo aquello que se puede y no se puede controlar. Sabemos que somos cada vez más digitales y los entornos Online son protagonistas de la relación de las marcas con los consumidores. Pero existen elementos donde es posible actuar y uno de ellos es la relación personal entre el comercio y el cliente. Algo imposible de sustituir por parte de la tecnología.
Sabemos que somos cada vez más digitales y los entornos Online son protagonistas de la relación de las marcas con los consumidores. Pero existen elementos donde es posible actuar y uno de ellos es la relación personal entre el comercio y el cliente. Algo imposible de sustituir por parte de la tecnología.
El libro combina de manera muy acertada elementos de marketing, elementos de venta y también elementos de inteligencia personal tan necesarios en cualquier profesión y que permitirán al lector potenciar habilidades y quizás disminuir alguna «debilidad» a través la relación intrapersonal consigo mismo.
Me gusta especialmente el capítulo 9 donde se hace referencia a una pregunta fantástica y muy «complicada» de responder: ¿Para qué trabajas en lo que trabajas? y que define el rastro que dejamos en nuestra actividad profesional y quizás también en la menos profesional. Se trata de nuestra marca personal vinculada con nuestros valores, principios y creencias.
La huella que seas capaz de generar en tus clientes no tiene que ver con lo que les vendes, sino con lo que tú eres y con lo que les haces sentir a partir de lo que eres
Termino con la parte final de ese capítulo. La huella que seas capaz de generar en tus clientes no tiene que ver con lo que les vendes, sino con lo que tú eres y con lo que les haces sentir a partir de lo que eres (pablo jiménez – otromarketing.es)