Tengo que reconocer que inicié la lectura de este libro de manera accidental. En mis planes estaba pasar algunas horas descubriendo los secretos de los equipos de éxito en De Ferrari a los Rolling Stones, pero la lectura de la introducción de «Objetivo: Confianza» cambió mis intenciones para esta semana. Y no me arrepiento nada.
Estos títulos aunque no tienen un impacto directo en el desarrollo del pensamiento digital, sí que lo tienen en el marketing personal, otra de mis grandes pasiones, como ya he podido manifestar en multitud de oportunidades y habéis podido comprobar por otras recomendaciones de libros relacionados en semanas anteriores.
Objetivo: Confianza es un libro diferente porque, como dicen sus autoras Edurne Pasabán y Angélica del Carpio, su objetivo es ofrecer un testimonio verídico y enriquecedor, el de Edurne como mujer capaz de enfrentrarse a los mayores retos y superar los peores momentos y, paralelamente, una experiencia, la de Angélica, como coach profesional que se revela como una experiencia muy útil en momentos de crisis.
Editado por Conecta, el libro se desarrolla con la historia de la fallida subida al Everest de Edurne Pasabán en 2011 y todo lo que sucedió antes, durante y después de la expedición. Todo contando por la primera mujer en ascender a las catorce cumbres más altas del planeta. Así descubrimos la experiencia de la propia Edurne con sus sensaciones, retos, pasiones… que fueron claves en la aventura.
El texto se complementa de manera excelente con el análisis del relato por parte de Angélica del Carpio, una reconocida coach que aprovecha los testimonios de Edurne para ilustrar muchos conceptos y procedimientos, a través de una sesión de coaching especial que invita a la reflexión en todas y cada una de las páginas del libro.
Objetivo: Confianza está lleno de detalles y pequeñas perlas que conviene apuntar y recordar en muchas ocasiones, pero quiero compartir una de manera especial con todos vosotros. Un día Angélica del Carpio sintió curiosidad por saber qué hacía Edurne al coronar, entre otras, las catorce cumbres más altas del mundo. Su respuesta fue contundente y llena de un montón de significado: bajar. Esta simplicidad en la respuesta nos muestra que la cumbre, con todo el mérito que tiene, solo es un lugar en el camino ¿No piensas tú lo mismo? (pablo jiménez – otromarketing.es)