Muy recomendable el último libro publicado por Empresa Activa. En «Los líderes comen al final», Simon Sinek tiene un propósito: crear una nueva generación de hombres y mujeres que entiendan que el éxito o el fracaso de una organización se basa en la excelencia de sus líderes, no en la perspicacia de la gestión.
Para esto sugiere que debemos construir más organizaciones que den prioridad al cuidado de los seres humanos. Los líderes tienen la responsabilidad de proteger a los suyos y, a su vez, ellos la tienen de protegerse unos a otros y hacer avanzar juntos a la organización. Los empleados o miembros del grupo precisan del valor para cuidar unos de otros cuando los líderes no lo hagan. Y, al hacerlo, se convertirán en los líderes que les gustaría tener.
En muchos apartados del libro, Sinek carga contra todos los directores o propietarios de empresa que anteponen las cifras a las personas y solo piensan en resultados a corto plazo. Para el autor, sólo hay una manera de luchar contra este tipo de gestión: creando y conservando Círculos de Seguridad en los entornos de trabajo. ¿Cómo? Gracias a fuerzas poderosas en la biología que lo permiten. No os perdáis la definición tan completa que hace el autor de las sustancias químicas que nos impulsan y que son la clave de algunos de nuestros principales comportamientos a nivel personal y profesional. Por un lado, las sustancias químicas del progreso: endorfinas y dopamina. Y por otro, las sustancias químicas sociales: serotonina y oxitocina.
Para la elaboración de «Los líderes comen al final», el autor lleva años recorriendo el mundo y observando que algunos equipos de trabajo podían confiar totalmente en sus compañeros, hasta arriesgar la vida, mientras que otros, sin importar que metodología se aplicara para incentivarlos, eran incapaces de evitar la fragmentación del grupo. La respuesta la encontró durante una conversación con un general del ejercito que afirmó que «Los oficiales comen al final». Así observó que quienes primero comen son los soldados y al final de la fila se puede encontrar a los de mayor rango. Lo que resultaba simbólico en el restaurante era básico para la supervivencia en la batalla y en cualquier equipo. Y así lo explica Sinek en el libro.
Uno de los aspectos que más me ha gustado, ha sido el análisis tan interesante de diferentes etapas de la historia económica que nos ayudan a entender las causas que nos han llevado a la situación actual… En este sentido, Sinek nos habla de distintas generaciones… En primer lugar, la «generación del yo», adicta al rendimiento, que desmanteló los controles que nos protegen de los abusos corporativos y las crisis del mercado de valores. Y actualmente, una «generación desconcertada», que vive en un mundo de abstracciones, cree que padece TADH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), pero lo más probable es que tenga una adicción inducida por la dopamina a los medios sociales y a los teléfonos móviles.
Dice el autor que da la sensación de que hemos llegado al abismo y que el futuro pinta mal, tal y como explica en el capítulo titulado «El paso doce» y predice las consecuencias de una «generación desconcertada» que llegará al gobierno y a las empresas en un futuro sin forjar relaciones personales que pueden hacer peligrar El Círculo de Seguridad tan necesario para el desarrollo positivo de las organizaciones.
Creo que estamos ante uno de los mejores libros del año y yo ya tengo en mi lista de autores favoritos a Simon Sinek (pablo jiménez – otromarketing.es)
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