Lo cierto es que «la vuelta al cole» ha sido más complicada de lo esperado y apenas he tenido tiempo de poder explicar, con sumo detalle, todo lo que he podido leer y descubrir durante el mes de agosto. A la finalización de la trilogía Millenium y al estupendo Informe Brodeck se han unido diferentes libros de marketing y gestión que iremos destacando y desarrollando en otromarketing durante las próximas semanas.
Pero me gustaría empezar mi particular travesía esta temporada, con un libro que acabo de finalizar en estos primeros días de septiembre y que, desde mi punto de vista, es una excelente regreso a los valores tradicionales y de esencia del marketing.
Escrito por Jack Trout y Raúl Peralba, «En busca de lo obvio» hace un repaso a elementos fundamentales en el campo del marketing y el management con numerosos guiños a clásicas teorías ya anunciadas en textos anteriores como «Diferenciarse o morir», también publicado por la Editorial Pirámide. Incluso en diferentes capítulos del libro, los autores se atreven a indicar que muchas de las corrientes existentes en la actualidad, en el campo de la gestión, no dejan de ser viejas leyes con una nueva imagen.
Después de una parte inicial donde critican la excesiva rapidez en la que vivimos y reflexionan sobre lo que ellos denominan una preocupante etapa sin tiempo para pensar, nos invitan a volver a la estrategia y analizar, entre otros aspectos, si la publicidad basada en el entretenimiento y no en la venta, el exceso de emoción como argumento diferenciador o la elevada dependencia de la investigación, son las respuestas adecuadas a la escasa diferenciación a la que se enfrentan los gestores de marketing con sus productos.
Confusión es otro de los conceptos clave. ¿Por qué si algo funciona y tiene buenos resultados, nos empeñamos en modificarlo para hacerlo más complicado, que no funcione y genere confusión en los clientes? Según Trout y Peralba, la respuesta es que es lo bueno demasiado sencillo y si es demasiado sencillo, pensamos que no es bueno, pero esta es una idea totalmente equivocada. La solución en muchas situaciones: aplicar el sentido común.
Son muchas las lecciones que podemos extraer, pero para mí hay dos fundamentales que quiero destacar. En primer lugar, que el marketing tiene que tomar el mando en las empresas y en segundo lugar el modelo defendido en el libro: el posicionamiento estratégico. Hay que ganar la batalla en la mente de los clientes. No hay otra manera.
Dicen los autores que no gana aquel que tiene el mejor producto sino aquel que lo cuenta mejor y es que no es necesario volverse loco en adornos, etc. pensando que algo es demasiado fácil. Es fundamental ser claro y directo en todas nuestras acciones de marketing y comunicación, si así conseguimos animar las ventas. Si no existe diferenciación, tenemos un problema y será mejor que se tenga un precio muy, muy bajo (pablo jimenez – otromarketing)