Decidir donde vamos a vivir ¿puede ser la decisión más importante de nuestra vida? Parece evidente que sí. Pero realmente ¿prestamos la atención que se merece a esta cuestión de vital importancia para todos nosotros?
Ultimamente parece estar de moda eso que algunos llaman «el marketing de las ciudades». Ya no resulta extraño observar como las diferentes urbes compiten entre sí para tener a los mejores arquitectos y así proyectar los mejores edificios, organizar los eventos más relevantes, competir por la organización de las Olimpiadas, etc. Aunque esta es una realidad que existe en el día a día, lo cierto es que pocas veces nos planteamos analizar que hay detrás de todo esto y si estas situaciones benefician a nuestra ciudad o por el contrario, le pueden perjudicar.
Desde el primer momento que ví «Las ciudades creativas» el libro me llamó la atención. Probablemente por una cuestión particular, ya que no hace mucho tiempo cambié mi lugar de residencia y por diferentes circunstancias me he movido algo en los últimos años.
Richard Florida ha dedicado buena parte de su vida a investigar, lo que él denomina, la megaregión y analizar porque se ha convertido en la unidad económica fundamental de nuestra época. En la actualidad su tamaño varía de los 5 millones de habitantes a los más de 100, que producen cientos de millones de beneficios económicos. Contienen creatividad y son responsables de la mayoría de los logros científicos y de las innovaciones tecnológicas de todo el mundo.
Para Florida ya «no tienen importancia» los países y en su lugar las megaregiones ocupan un papel fundamental en la época actual: Megaregiones Unidas de América como el corredor Boston – Washington pasando por Nueva York, Megaregiones Europeas como el corredor Amsterdam – Bruselas o Megatigres asiáticos como el Gran Tokio y otras en alza ubicadas en las economías BRIC (Brasil, Rusia, India y China) ocupan ahora el papel que los países ocuparon hace no mucho tiempo.
En Las ciudades creativas predice un mundo cada vez más dominado por las megaregiones. Según el autor, para el año 2025, el mundo estará mucho más concentrado en torno a estas megaurbes que ahora. El reto para las regiones de menor nivel serán aún mayores. Mientras que algunas crecerán y se desarrollarán, serán muchas las que tendrán dificultades para superar el peso de la feror competencia global. Sin duda un libro que merece mucho la pena (pablo jiménez – otromarketing)