Ya sabéis que sigo muy de cerca todo lo que hace Starbucks y su modelo de negocio. Las noticias relativas a la compañía americana en las últimas semanas son más que interesantes, así el mes pasado el fundador y presidente de la cadena de cafeterías, Howard Schultz, retomó el puesto de consejero delegado. Al parecer, la compañía está pasando por un momento «delicado» y las ventas en Estados Unidos están bajando por el encarecimiento de las materias primas y el aumento de la competencia.
El mercado del café en Estados Unidos es un buen pastel, valorado en 12.000 millones de dólares y es que allí al menos uno de cada cinco ciudadanos se tomá un taza todos los días. En este sentido, McDonalds también quiere un trozo de la tarta y anunció la instalación de barras de cafetería en sus casi 14.000 establecimientos para competir con la compañía que ahora vuelve a dirigir Schultz. Con esta situación, el fundador de la empresa más conocida de cafés del mundo, pretende reducir el ritmo frenético de abrir cafeterías y apelar al factor emocional con sus clientes, ésos que están dispuestos a pagar mucho más por un café y vivir la experiencia Starbucks. No obstante, en Europa seguiremos asistiendo a la expansión de la cadena americana.
Pero, oh, sorpresa, ¿cómo contraataca Schultz a McDonalds y apela a su emoción? A través del bolsillo. Con rebajas en el precio. En Seattle está probando la venta de café en taza pequeña a un dolar y la posibilidad de volver a servirse gratis en sus locales. Y yo que pensaba que la experiencia Starbucks justificaba pagar más por el café de la taza verde que por cualquier otro ¿No será que me estaba equivocando y qué todo se reduce a una cuestión de cifras? ¿No sufrirá la imagen de la compañía americana al descuidar los beneficios ocultos que puede dejar de ganar con estas acciones de pricing? El tiempo lo dirá. Por supuesto aquí, lo seguiremos contando. (pablo jimenez – otromarketing)