Hace algún tiempo que cambié de residencia. Desde entonces recibo comunicaciones duplicadas de multitud de empresas de muy diversos sectores. En algunos casos la información me llega por solicitud propia y en otros por iniciativa de ellos. Conviene mencionar que en la mayoría de los casos me molesté en informarles de mi nueva ubicación y a excepción de dos ó tres casos, a estas empresas parecen no importarles demasiado mis indicaciones.
Creo que antes de plantear cualquier estrategia de marketing y desarrollar iniciativas de comunicación de algún tipo, hay que partir de una buena gestión de las bases de datos de nuestra empresa. En el siglo XXI, el dato se ha posicionado como un elemento clave, no sólo a la hora de plantear acciones con los clientes potenciales, también en el momento de explotar las relaciones actuales con nuestros clientes.
El valor y el poder de la información se han incrementado y gracias a la tecnología podemos transformar los datos de que disponemos en conocimiento e interpretarlos con multitud de herramientas hasta convertirlos en uno de los activos estratégicos del área de marketing y la compañía.
Con una adecuada gestión del marketing de base de datos, muchas empresas están evolucionando hacia otromarketing y adaptan, entre otras, sus acciones de marketing directo y comunicación de manera óptima. No obstante, todavía hay multitud de compañías que no valoran el conocimiento sobre sus clientes y sus mercados, no trabajan para mejorar los datos que afectan a su negocio, envían informaciones duplicadas a sus clientes y despilfarran multitud de recursos de todo tipo.